sábado, 11 de agosto de 2012

Islas














Calor mas allá del verano,
derretido, me mola Madrid.
La soledad, tan feliz y hechicera,
tan malvada y tierna,
recuerda el agua y las cuerdas.
La soledad con uno mismo,
esa medicina certera,
profunda cura de libertad.

Gente viajera,
incienso en los ojos,
el vodka que quizás no bebí
se incendia en la mesa.
¿Sabe alguien lo que de mi se espera?
¿Todavía tengo algo que decir
antes de que amanezca,
algo que quitar a los otros,
algo que dar a las nubes,
sentir algo nuevo, o amar?

Somos un minuto,
el friso de una estrella.
Somos islas
que no queremos vivir
en soledad.

1 comentario:

  1. Me encanta, tiene una profundidad increible. Felicidades

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